Quien se haya realizado un tatuaje facial, habrá notado variaciones de color con el tiempo y probablemente estÉ disconforme con su diseño. Esto debido a que no es recomendable realizarse tatuajes en el rostro por varias razones; flacidez, cambio de modas, cambio de gustos, pero principalmente por la variación de color y la poca naturalidad de los trabajos tatuados en rostro, que además muchas veces no incluyen diseños con conocimiento de visagismo (maquillaje) ni morfología del rostro.
Por medio de la micropigmentación es posible corregir estos trabajos. El resultado es muchísimo mejor de lo que existe y generalmente se puede llegar a la perfección de un trabajo hecho en piel virgen. En algunos casos se pueden necesitar hasta dos retoques, por ejemplo en trabajos que tengan colores muy oscuros o pieles que hayan quedado cicatriciales después del tatuaje. Hay que tener en cuenta que serán necesarias sesiones de mantenimiento periódicas, por cuanto el tatuaje permanece y la micropigmentación se va reabsorbiendo, pero vale la pena y entrega una excelente solución.